Ya se acerca el mes en el que los valencianos se disponen a comprar regalos para fallas y a asistir a la gran celebración anual donde junto a turistas de diversos lugares del mundo, disfrutan de una muestra de la historia y cultura que caracteriza a dicha localidad.

Ahora bien, a todos nos envuelve la emoción por las fallas valencianas, pero ninguno de nosotros las esperan con tanta emoción e ilusión como las damas que se forman durante años anhelando ser parte de la corte de honor y uno de los elementos esenciales de esta preparación es la  indumentaria fallera.

Y es que es imposible no sentirse atraídos por la delicadeza con la que elaboran los trajes que ellas mostrarán, en los que se ha procurado mantener la esencia de la mujer valenciana de hace 3 siglos y realzar la belleza de las jóvenes de hoy mediante una vestimenta cargada de elegancia.

En cuanto a las características de esta indumentaria destacan prendas utilizadas en la antigüedad, tales como las enaguas y el ahuecador, con los cuales se da más volumen a las faldas. Estas últimas se diseñan con estampados floreados, realizados con la técnica denominada punto de cadeneta y los mismos sirven de inspiración a quienes fabrican los regalos para fallas que suelen darse durante las fiestas.

En la parte superior, las falleras usan una chambra que cumple la función de la ropa interior, el corsé y unas manteletas elaboradas con los mismos materiales utilizados en un delantal que se lleva encima de la falda.

Y esto no es todo, adicionalmente llevan una serie de accesorios hechos especialmente para la ocasión, alguno de ellos son: las peinetas, agujas, broches, pendientes y los zapatos, los cuales se hacen con el mismo diseño del vestido con el fin de mantener la uniformidad del traje.

Puede parecer tedioso, pero entre las jóvenes valencianas es motivo de orgullo convertirse en fallera y aunque conlleva una serie de responsabilidades, las mismas no disminuyen su deseo de entrar a la corte de honor, por el contrario, estas les sirven de motivación y reflejan el cariño que sienten por su ciudad.