Un reloj es en realidad un accesorio, un complemento de nuestra vestimenta que nos permite estar actualizados con la hora. El primer modelo utilizado fue diseñado para trabajar con el sol, en la época en la cual el tiempo era medido de acuerdo con el movimiento del sol. Más tarde se desarrolló de una manera mejor y esta invención se mantuvo en movimiento. Los relojes Hamilton son el punto cumbre de esta evolución.

Desde hace mucho tiempo los relojes han sido utilizados como adornos corporales para manifestar una posición jerárquica o de poder. Llegó a incorporarse completamente en el uso diario en el siglo 18 y hoy se ha convertido en una parte de cada estilo. Pueden ser relojes de pulsera, de pared, entre otros. Sin embargo para los relojes de pulsera variadas y afamadas marcas ofrecen equipos cada vez más modernos y con más funcionalidades.

Todos ellos nos ofrecen la oportunidad de elegir entre una gran variedad y colección. Los relojes han perdido la etiqueta de un pedazo del tiempo, se han convertido en aparatos de lujo que completan el aspecto de un hombre o de una mujer, claro está que el tipo de reloj va cambiando de acuerdo a la situación según sea un encuentro de deportes, algo casual o de formalidad. Esto es parte de los cambios en el mundo actual que es ocasional.

Todo el mundo quiere mantener a sí mismo en altos estándares en la sociedad, y todo esto puede hacerse realidad cuando se tiene un aspecto perfecto y combinar todos los elementos de una manera correcta. Lo mismo ocurre con un reloj, que debe mezclarse bien con los demás elementos de su vestimenta para dar la impresión deseada.

Si bien se piensa que con el avanzar de los años la preferencia por los relojes disminuye por el auge de otros equipos tecnológicos, nada dista más de la realidad. No puede darse el mismo trato a un móvil inteligente que a una pieza de ingeniería minuciosamente elaborada como lo es un reloj, su impacto en el pensamiento de las personas es mucho mayor, y la sensación de portar uno es algo realmente satisfactorio y vigorizante.