Actualmente para construir cualquier tipo de edificación se utilizan infinidad de materiales, la mayoría provenientes de la naturaleza; sin embargo, todos estos están en contacto con los elementos esenciales como: la tierra, agua, aire y el fuego, este último es usado para casi todas las actividades del ser humano, por lo que en muchas ocasiones puede causar estragos cuando no es correctamente controlado, por eso es necesario realizar a tiempo un tratamiento ignífugo madera.
Una de las materias primas de origen natural más usadas por el ser humano en el mundo es la proveniente de los árboles, mejor conocida al ser procesada como la madera. Este recurso orgánico, abundante, económico y renovable, es usado para fabricar casas, negocios, empresas, paredes, muebles, sillas, camas, mesas, techos y, en general, cualquier tipo de producto de la vida cotidiana, ya que es muy fácil obtenerlo, transportarlo, trabajarlo y distribuirlo.
Este material es conseguido con diferentes características, puede ser blando, duro, resinoso, fino, húmedo, aceitoso, seco y prefabricado (elaborados con restos de varios tipos de celulosa/fibra). Pero, a pesar de poseer excelentes propiedades con respecto a otros elementos, en la mayoría de sus presentaciones cuando es atacado por el fuego, representa un medio ideal para incrementar la propagación del mismo.
En ese sentido, aunque la mayoría de los incendios no se originan propiamente en la madera o en los objetos provenientes de la misma, una vez que se produce el fuego su propagación alcanza fácilmente dicho material, por lo que se ha convertido en una necesidad utilizar tratamientos con la finalidad de mejorar su comportamiento ignífugo, usando diferentes métodos capaces de retardar eficazmente la combustión.
Entre las técnicas usadas para darle tratamiento ignífugo a la madera y así proporcionar resistencia a altas temperaturas sin originar combustión, la más efectiva es la impregnación o recubrimiento con pinturas y resinas intumescentes, lo que otorga un aislante térmico que es capaz de ofrecer una firmeza contra el fuego de aproximadamente una hora, dependiente de la calidad del producto y cómo fue aplicada.
En conclusión, la madera es un excelente material que proporciona belleza y resistencia por muchos años, pero siempre es necesario aplicarle técnicas de ignifugación para así lograr disminuir o evitar la propagación de un posible incendio que pueda ocasionar pérdidas económicas, humanas o naturales.
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