Anécdotas de un casino

Bueno este es una pequeña anécdota sobre cómo es trabajar en un casino, ya que fue uno de los primeros trabajos en los que estuve y en el que creí duraría bastante tiempo, pero que sin embargo a la primera oportunidad deseche. ¿porqué? Pues la razón es porque en un casino encuentras a todo tipo de persona muchas raras y egocéntricas y la mayoría muy conflictiva que rápidamente puede llegar a frustrar el sueño de querer trabajar en un casino, yo realmente tuve la mala suerte de toparme con muchas de estas personas que sin duda merecen una cita con el psicólogo, por el momento mantendré mi identidad en el anonimato así que espero solo disfruten de esta historia.

Empezaré por decir que todas estas personalidades las conocí en el casino Sr. Casino el cual es bastante conocido. Dicho esto, empecemos. Si piensas trabajar en un casino debes prepararte para conocer a distintos tipos de personas, debes tener una mente abierta y claro debes ser capaz de reaccionar a todas las situaciones rápidamente y mantener una sonrisa en la cara incluso cuando estás hablando con el más imbécil del universo.

Uno de los primeros clientes con el que te cruzarás sin duda será el loco, Muchos jugadores tienen varias supersticiones y rutinas a las que se apegan religiosamente mientras apuestan. Por ejemplo, algunos solo hacen apuestas con la mano izquierda, mientras que otros comienzan a soltar tacos o a cantar pequeños mantras antes de jugar. Una vez vi a un tipo que tiraba sal en un cenicero cada vez que el croupier hacía girar la ruleta. Era para alejar a los malos espíritus, por supuesto.

Mientras trabajaba de camarera en un casino de Bucarest, un gran apostador me pidió que le llevara algo de comer, pero solo cuando la ruleta hubiera dejado de girar, ya que de lo contrario podría traerle mala suerte, dijo. Esperé pacientemente y luego fui a buscar lo que había pedido. Cuando volví a preguntarle si también quería algo de beber, vi que el tipo se había metido la mano en los pantalones y se estaba masturbando.
¿Qué clase de persona haría esto? Pues solo los locos.

Otra anécdota bastante interesante es de aquella que sucedió en el momento más gris. Todo paso cuando estaba trabajando de Croupier, había un jugador que estaba perdiendo unos 56.000 dólares. Estoy seguro de que estaba sobrio —había estado tomando refrescos toda la noche— y tampoco parecía estar bajo la influencia de algo más fuerte. Pero de repente, empezó a hablar al equipo de seguridad dirigiéndose a las cámaras del circuito cerrado. Comenzó a mirar directamente a la lente y a insultar. Decía que había imanes en las bolas, que todo estaba amañado y que todo era una jugarreta. Se dio cuenta de que las cámaras se estaban moviendo y eso lo puso aún más paranoico:

«Así que ahora me estáis mirando. ¡Me estáis observando! Me habéis quitado mi dinero y ahora os estáis riendo de mí, ¿verdad?».

Cogió un cenicero y quiso golpear una cámara con él. Obviamente, en este momento, el personal de seguridad entró en la sala y chao al cliente y efectivamente más de uno se estaba partiendo de risa, a esta clase de tipo yo les llamo hermandad, ustedes ya deducirán del porqué.