La asociación entre el tipo de alimentación y la salud es una evidencia que han demostrado numerosos estudios. La nutrición personalizada onutrigénomica es una ciencia que, precisamente, estudia la interacción entre el genoma de cada individuo y los nutrientes de los alimentos para mejorar la calidad de vida y actuar como una suerte de medicina preventiva. Dentro de esta corriente, cada vez son más los investigadores que defienden las veleidades de las dietas de choque, tan restrictivas que se suelen denominar de ayuno, para frenar el envejecimiento.
Un nuevo descubrimiento en torno a esta cuestión podría cerrar la polémica. El protagonista es un gusano, el denominado nematodo C. Elegans, que según ha comprobado un equipo de biólogos de la Universidad de Duke puede llegar a duplicar su esperanza de vida si se le somete a un ayuno intermitente. El prometedor estudio publicado en la revista científica Plos Genetics ha demostrado cómo este gusano, en caso de escasez de alimento, entra en un estado especial mediante el que se ralentiza su desarrollo vital.
El organismo continúa moviéndose y mantiene las funciones vitales normales, pero sus células se “congelan”, por lo que tampoco envejece. De esta forma,cuando vuelve a disponer de alimento retoma su desarrollo, y su esperanza de vida aumenta hasta el punto de duplicarse.
Aplicaciones para combatir el cáncer
Otros estudios recientes, como este publicado en la revista Cell, habían asociado los efectos de las dietas altamente restrictivas con la mitigación de la enzima PKA, que es la responsable de los procesos de envejecimiento, así como de la hormona llamada IGF. Sin embargo, el autor principal del estudio,David Sherwood, ha añadido en los comentarios de la investigación que, “probablemente, las dietas bajas en nutrientes activan en nosotros los mismos procesos, dejando nuestras células en un estado de reposo”.
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